Queridos lectores!
Con la esperanza de poder observar y fotografiar a nuestra joven Garza Imperial a ras de suelo, había puesto mi toalla en la playa, debajo de un rastrojo.
Y mi joven amigo estaba casi igual de escondido que yo. Ahora me pedía paciencia, mucha paciencia porque la garza imperial aguantó así durante un par de horas:
De repente voló, se ...
... dió una vuelta por el biotopo y ...
... aterrizó en esta bella luz de la mañana directamente frente a mis narices! Que momentazo en mi vida!!!
Pero la Garza Imperial no perdía tiempo, el hambre apretaba y empezó a mirar los bandos de pequeños y grandes lisas:
"Como hago para llegar hasta ellas?"
El ave estaba ahora TAN cerca que le pude hacer ...
... unos retratos:
"Sin pan la cosa se me dificulta, así que ...
... voy a intentar mi suerte desde la playa!":
Se acercó con toda la cautela al paraíso de las lisas:
"Allí estan estas deliciosas lisas, pero ...
... como hago para coger una?"
Y ahora la joven garza imperial cambiaba su táctica! No solamente encogió el cuello, sino se ladeó por completo para no lanzar sombra:
Y .... tsass:
Que decepción, no cogió nada!
Pero nuestro joven amigo lo seguía intentando porque al fin y al cabo ...
... este río estaba repleto de peces:
Tampoco logró nada con esta otra técnica de hacer como un pelícano:
Finalmente la garza imperial lanzó la toalla, no sin hacer saltar a las lisas de pánico por los aires:
Nunca más la volví a ver en los días y semanas siguientes en este sitio. Había aprendido que allí le quedaba complicado la pesca.
Pero no hay motivo de preocupación, porque la joven garza imperial encontró otro sitio para pescar. Y os puedo asegurar que su menu estaba bastante variado. Estas imágenes os las mostraré en un próximo capítulo.
Saludos cordiales
Birgit Kremer